Parroquia Montaverner
sábado, 7 de mayo de 2016
Guión comuniones Montaverner.
RITOS INICIALES
Entrada niños
Después de
entrar los protagonistas
de este día cantan
Quiero estar
contigo, Jesús, eres genial;
todos muy
contentos venimos a tu altar.
Quiero estar
contigo Jesús, eres genial;
la misa es nuestra
fiesta, venid a celebrar.
Raquel
Todos los
domingos, sí, sí, sí, sí,
no faltes a su
cita, no, no, no, no.
Todos los
domingos, sí, sí, sí, sí
su palabra
escucharás, sí, sí, sí, sí.
Todos los domingos
con muchos chicos más
cantamos muy
contentos,
comemos de su pan,
cantamos muy contentos,
comemos de su pan.
Quiero estar
contigo…
Laia
Todos los
domingos, sí, sí, sí, sí,
no faltes a la
misa, no, no, no, no.
Pues ella nos
congrega, sí, sí, sí, sí,
y nos llena de su
amor, sí, sí, sí, sí.
Todos los domingos
venimos a rezar,
Jesús es nuestra
fiesta;
Jesús es amistad.
Quiero estar
contigo…
Sacerdote: En
el nombre del Padre y X del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Sacerdote: La paz y el amor de Jesús esté con todos vosotros.
Todos: Y
con tu espíritu.
Saludo.
Sofía
Buenos días a todos:
Los niños y niñas de primera
comunión os damos la bienvenida a todos los que estáis en la iglesia, pero de
manera especial a nuestros padres y abuelos.
Vamos a empezar la misa que
durante tres años hemos esperado.
Así vamos a escuchar a Jesús y a
recibirle en la primera comunión.
Por eso os invitamos a que
estéis atentos a las canciones, las lecturas y todo lo que vamos a hacer.
Seguro que os gustará. Y gracias
por estar aquí, en el día más feliz de nuestra vida.
Acto penitencial.
Sacerdote: queridos niños y niñas, vamos a
pedirle perdón a Jesús, de la mejor manera que vosotros sabéis, cantando.
Niños
Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos perdonas. Señor, ten piedad.
Tú que siempre nos escuchas, porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos escuchas. Cristo, ten piedad.
Tú que siempre nos ayudas, porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos ayudas. Señor, ten piedad.
Sacerdote: Jesús
te pedimos ayudes a estos niños a sentirte siempre como el Amigo que perdona.
Amén.
Gloria.
Niños
Gloria, gloria, gloria al Señor.
Gloria en el cielo, gloria en la tierra.
Laia
Te alabamos, Señor, te bendecimos,
te adoramos, oh Padre, Dios y Rey Celestial.
Gloria,...
Raquel
Eres Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú nos perdonas y salvas, nos ofreces tu amor.
Gloria
Josep
Tú solo Santo y Señor, Tú Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios.
Gloria
Sacerdote.
Oremos.
Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte
gracias en esta liturgia de alabanza, porque la ascensión de Jesucristo, tu
Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra
cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA.
Nos sentamos.
Rebeca
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 4-5.9-11
Una vez que comían juntos les recomendó:
No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi
Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días
vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.
Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo
quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les
presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
- Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El
mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto
marcharse.
Palabra
de Dios.
Todos:
Te alabamos,
Señor.
Salmo responsorial
Salmo 46, 2-3.6-7.8-9
Mauro
Dios
asciende entre aclamaciones,
el Señor, al son de trompetas (bis)
el Señor, al son de trompetas (bis)
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
Dios
asciende entre aclamaciones,
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios
es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Nerea
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los
Corintios 11,23-26.
Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a
mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo,
tomó un pan y pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto
en memoria mía.»
Lo mismo hizo con la copa después de cenar, diciendo:
«Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced
esto cada vez que bebáis, en memoria mía.»
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis de la
copa, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Rebeca
Aleluya, aleluya, aleluya.(bis)
“Id y haced discípulos de todos
los pueblos,
dice el Señor;
Yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo”.
Aleluya, aleluya, aleluya.
De pie.
Sacerdote:
el Señor esté con vosotros.
Todos:
Y con tu
espíritu.
X Final del santo Evangelio según
San Lucas 24,46-53.
Todos: Gloria a ti Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Así estaba escrito: el Mesías
padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se
predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos,
comenzando por Jerusalén.
Y vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi
Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la
fuerza de lo alto.
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los
bendijo.
Y mientras los bendecía, se separó de ellos (subiendo hacia
el cielo).
Ellos se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban
siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor.
Todos:
Gloria a ti,
Señor Jesús.
Presentación de los niños y niñas.
Maribel
Queridos hermanos:
En este año de la misericordia, habiendo preparado durante
tres años a los niños que hoy van a comulgar, el equipo de catequistas ha
considerado que estos niños y niñas se encuentran preparados para recibir la
Primera Comunión.
Por eso hermanos os invito a compartir vuestro gozo para que
durante su vida ellos experimenten la presencia de Dios, quien deja de mirarnos
con los ojos de un niño.
Homilía.
Los niños de comunión
se ponen de pie,
reciben de las
catequistas una luz y una flor.
Niños
Señor y Padre nuestro
que en el Bautismo
nos haces hijos tuyos
y miembros de la Iglesia.
Queremos caminar
llevando entre las manos
el fuego de la fe.
Ofreciendo a la gente
la flor de la esperanza.
Sintiéndonos hermanos
de los hombres
testigos de tu Reino,
mensajeros de tu paz.
Oración de los fieles.
Sacerdote: Y
ahora vamos a mirar con el corazón a Jesús que siempre escucha nuestras
oraciones.
Laia
Jesús, te pedimos por el Papa Francisco para que le
ayudes a seguir siendo maestro del amor de Jesús a las personas. Te lo pedimos,
Jesús.
Jesús,
te pedimos por nuestro sacerdote y las
catequistas, para les ayudes a enseñarnos a querer como Jesús nos quiere. Te lo
pedimos, Jesús.
Mauro
Jesús,
te pedimos por nuestras madres y nuestros padres, para que les ayudes a ser
como son, los mejores papás y mamás del mundo. Te lo pedimos, Jesús.
Jesús,
te pedimos por las personas que vienen a nuestra comunión, para que nunca dejen
de tener la mirada de niño. Te lo pedimos, Jesús.
Asier
Te
pedimos por tu familia en Montaverner, para que todos hagamos lo que dicen los
carteles que te vamos a ofrecer. Te lo pido, Jesús.
Jesús,
te pedimos por nosotros, para que siempre te queramos mucho. Te lo pido, Jesús.
Sacerdote: escucha
Padre las oraciones que te presentamos.
Ofrendas:
Los
niños ofrecen las obras de misericordia, la luz y el pan y el vino.
LITURGIA EUCARÍSTICA.
Nos sentamos
Sacerdote: Orad, hermanas y hermanos, para
que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de
toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas.
Sacerdote:
Te presentamos, Señor, nuestro sacrificio para celebrar la
gloriosa ascensión de tu Hijo; que la participación en este misterio eleve
nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amen.
PLEGARIA EUCARÍSTICA PARA NIÑOS II
Sacerdote: El Señor esté con vosotros.
Todos:
Y con tu espíritu.
Sacerdote: Levantemos el corazón.
Todos:
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Sacerdote: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Todos:
Es justo y necesario.
Sacerdote:
En verdad, Padre bueno, hoy
estamos de fiesta:
Nuestro corazón está lleno de
agradecimiento
y con Jesús te cantamos nuestra
alegría:
Niños:
¡Gloria a ti, Señor, porque nos
amas!
Sacerdote:
Tú nos amas tanto,
que has hecho para nosotros
este mundo inmenso y
maravilloso.
Por eso te aclamamos:
Niños:
¡Gloria a ti, Señor, porque nos
amas!
Sacerdote:
Tú nos amas tanto,
que nos das a tu Hijo, Jesús,
para que él nos acompañe hasta
ti.
Por eso te aclamamos:
Niños:
¡Gloria a ti, Señor, porque nos
amas!
Sacerdote:
Tú nos amas tanto,
que nos reúnes con Jesús
como a los hijos de una misma
familia.
Por eso te aclamamos:
Niños:
¡Gloria a ti, Señor, porque nos
amas!
Sacerdote:
Por ese amor tan grande
queremos darte gracias y
cantarte
con los ángeles y los santos
que te adoran en el cielo:
Niños
Santo
es el Señor, oh oh santo.
Llenos
están el cielo y tierra de tu amor (2)
Hosanna
en el cielo,
bendito
el que viene
en
nombre del Señor.
Hosanna
en el cielo, Ho………..sanna
Hosanna
en el cielo, Ho………..sanna.
Sacerdote:
Bendito sea Jesús, tu enviado,
el amigo de los niños y de los pobres.
Él vino para enseñarnos cómo
debemos amarte a ti y amarnos los unos a los otros.
Él vino para arrancar de
nuestros corazones el mal que nos impide ser amigos y el odio que no nos deja
ser felices.
Él ha prometido que su Espíritu
Santo estará siempre con nosotros para que vivamos como verdaderos hijos tuyos.
CONSAGRACIÓN.
Sacerdote:
A ti,
Dios y Padrenuestro, te pedimos
que
nos envíes tu Espíritu,
para
que este pan y este vino
sean
el Cuerpo X y la Sangre de Jesús, nuestro
Señor.
El
mismo Jesús, poco antes de morir,
nos
dio la prueba de tu amor.
Cuando
estaba sentado a la mesa con sus discípulos,
tomo
el pan,
dijo
una oración para bendecirte y darte gracias,
lo
partió y lo dio a sus discípulos, diciéndoles:
TOMAD
Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Niños:
Señor Jesús, Tú te entregaste
por nosotros.
Después,
tomó el cáliz, lleno de vino
y,
dándote gracias de nuevo,
lo
pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE
DE LA ALIANZA NUEVA
Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL
PERDÓN DE LOS PECADOS.
Niños:
Señor Jesús, Tú te entregaste
por nosotros.
Y les dijo también:
Haced esto en conmemoración mía.
Por eso, Padre bueno, recordamos
ahora
la muerte y resurrección de
Jesús, el Salvador del mundo.
Él se ha puesto en nuestras
manos para que te lo ofrezcamos como
sacrificio nuestro y junto con
él te ofrezcamos a ti.
Escúchanos, Señor Dios nuestro;
danos tu Espíritu de amor
a los que participamos en esta
comida,
para que vivamos cada día más
unidos en la Iglesia ,
con el santo Padre, el Papa
Francisco, el Papa Emérito Benedicto,
con nuestro obispo Carlos,
los demás obispos, y todos los
que trabajan por tu pueblo.
No te olvides de las personas
que amamos ni de aquellas a las que debiéramos querer más. Acuérdate de
nuestros amigos
Mauro, Nerea, Asier, Josep, Raquel,
Lidia, Rebeca, Sofia y Laia que hoy
invitas a participar del pan de vida y del cáliz de salvación, en la mesa de tu
familia. Concédeles crecer siempre en tu amistad
Acuérdate
también de los que ya murieron y recíbelos con amor en tu casa.
Y un
día, reúnenos cerca de ti con María, Madre de Dios y Madre de los niños, su
esposo San José y los santos, para celebrar en tu reino la gran fiesta del
cielo. Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor podremos cantarte sin
fin.
Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre Omnipotente,
todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.
Todos:
Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN.
Fieles
a la recomendación de Jesús, nuestro amigo, nos atrevemos a decir.
Padrenuestro.
Sacerdote:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros
días,
para
que, ayudados por tu misericordia,
vivamos
siempre libres de pecado
y
protegidos de toda perturbación,
mientras
esperamos
la
gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Todos:
Tuyo es
el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre Señor.
Sacerdote:
Señor
Jesucristo, que dijiste a los apóstoles:
“La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la
fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos:
Amén.
Sacerdote:
la paz del
Señor esté con vosotros.
Todos:
y con tu
espíritu.
Sacerdote:
daos fraternalmente la paz.
José da la paz a todos
los niños y éstos se dirigen a sus padres.
Sacerdote:
Este es
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.
Todos:
Señor,
no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para
sanarme.
Comunión:
Los niños se dirigen en orden a tomar la Primera Comunión.
Sacerdote: el Cuerpo de
Cristo.
Niño: Amén.
Acción
de gracias.
Asier
Tú nos invitas Jesús.
Para ti siempre somos
importantes.
En tu mesa nos das la comida
mejor:
El
Pan de la Vida y el Amor,
el
Pan de la Vida y del amor.
Dejad
que los niños se acerquen,
dejad
que vengan amí.
Dejad
que los niños se acerquen,
dejad
que vengan a mí.
Nerea
Un
mismo Pan se nos da,
es el
pan de tu cuerpo
y de
tu sangre
que
nos une en familia
y nos
llena de Dios.
El pan de la Vida y el Amor,..
Lidia
Para
crecer y vivir cada día
tendré
que alimentarme;
para
el alma nos das la comida mejor:
Niños
El Pan de la Vida y el Amor,
Sofía
En mi
corazón de niño
guardo
yo muchos deseos
el
primero que los hombres
sean
cada vez más buenos.
El
segundo es que la gente
viva
siempre en alegría
y que
estén todos contentos
con el
pan de cada día.
Virgen de mi alma
haz que sea así
escucha este niño
que te lo pide a Ti.
Virgen de mi alma
Madre de bondad
que todos mis sueños
se hagan realidad.
Nerea y Rebeca
Yo te
pido por los padres
y los
padres de otros niños
para
que nunca se enfaden
y que
siempre estén unidos.
Haz que
nunca exista la guerra
ni tan
siquiera en los libros
y que
en el mundo en que estamos
no se
oiga llorar a un niño.
Virgen de mi alma
Acción de gracias (Oración de D. Marcelino Olaechea)
Lidia
Querida Virgen de los Desamparados.
Los niños y niñas de primera comunión queremos date las
gracias porque en enero viniste a vernos y estuviste con nosotros en la misa de
niños.
En tus ojos de madre veiamos que eras muy feliz, como lo
vemos en los ojos de nuestras madres.
Nosotros también estabamos muy felices por tenerte tan
cerca.
Esta mañana una niña, en nombre de todos los niños te ha
rezado la oración del obispo Don Marcelino. Y nosotros ahora vamos a hacer lo
mismo, mientras nos acordamos de cuanto te teníamos delante y ayúdamos a José
en misa.
Raquel
Ampáranos, Señora
y Madre nuestra.
Ampara a nuestras
familias,
a nuestra España,
a nuestro mundo
actual.
Aleja guerras y
discordias.
Une los corazones
divididos
con la alegría de
sentirse,
junto a Ti, hijos
tuyos.
Da, a los que
tienen y pueden,
ojos de
misericordia y corazón abierto.
Da a todos pan,
abrigo y amoroso hogar.
Josep
Da salud a los enfermos,
paciencia en el
dolor a los que sufren,
consuelo a los
tristes,
ilusión a quienes
la han perdido.
Aparta de las
mentes el error,
y de los
corazones la debilidad.
Mueve a los
pecadores a volver en sí,
y a los justos a
virtud más alta.
Haz que vivamos
cantándote y que vayamos,
con tu nombre en
los labios,
a contemplarte en
la Gloria
junto a tu Hijo
Jesucristo,
que con el Padre
y el Espíritu Santo
vive y reina Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
Agradecimiento
de las familias.
Pedro,
Edgar y Carles
Hoy queremos darte las gracias Madre de los Desamparados,
por haber venido a Montaverner y por estar siempre en nuestras familias,
escuchando nuestras oraciones.
Además queremos agradecer en primer lugar a José, nuestro
sacerdote y a las catequistas de primero, segundo y tercero, por ayudarnos a
conocer a Jesús. En nombre de nuestras familias: muchas gracias.
También a todos los que nos acompañáis este domingo, gracias
por querer tanto a nuestros hermanos y hermanas.
Para terminar. Como sabéis los niños de comunión, nosotros
somos Juniors y esperamos un día ser monitores del centro junior de
Montaverner, que en febrero cumplió treinta y cinco años.
Por eso os animamos a que vengáis al campamento, porque os
lo pasaréis muy bien.
Sacerdote:
Oremos.
Dios todopoderoso y eterno que, mientras vivimos aún en la
tierra, nos das parte en los bienes del cielo, haz que deseemos vivamente estar
junto a Cristo, en quien nuestra naturaleza humana ha sido tan
extraordinariamente enaltecida que participa de tu misma gloria. Por Jesucristo
nuestro Señor.
Todos:
Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN.
Sacerdote:
El Señor esté
con vosotros.
Todos:
Y con tu
espíritu.
Sacerdote:
La bendición de
Dios todopoderoso, Padre, HijoX y Espíritu Santo, descienda
sobre vosotros.
Todos:
Amén.
José agradece a todos
su presencia, felicita en primer lugar a quienes durante tres años han
colaborado con la parroquia ejerciendo una gran labor que merece el aplauso y
gratitud de todos los padres y madres. A
estos también les felicita y ale... a la foto...
Palabras del Papa
Francisco sobre los niños
La fe es don de Dios, recibido en el bautismo, y
no es el resultado de una acción humana, pero los padres son instrumentos de
Dios para su maduración y desarrollo. Entonces « es hermoso cuando las mamás
enseñan a los hijos pequeños a mandar un beso a Jesús o a la Virgen. ¡Cuánta
ternura hay en ello! En ese momento el corazón de los niños se convierte en
espacio de oración ». La transmisión de
la fe supone que los padres vivan la experiencia real de confiar en Dios, de
buscarlo, de necesitarlo, porque sólo de ese modo « una generación pondera tus
obras a la otra, y le cuenta tus hazañas » (Sal 144,4)
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